Según las cifras publicadas por el SERVEF, el paro registrado en el mes de enero del 2024 en la Safor, se ha situado en 10686 personas, es decir, 70 parados más que en el mes de diciembre, con un ascenso mensual del 0’66%.
Por su parte, los datos anuales indican que tenemos en este mes 955 parados menos que el mismo mes del 2023 lo que supone una disminución de desempleo anual del 8’20%.
En cuanto a la contratación, se han registrado 3339 contratos en enero 2024, lo que ha supuesto 90 contratos más que en el 2023 es decir un 2’77% de incremento interanual. Por géneros, 1424 han sido a mujeres (42’65%) y 1915 a hombres (57’35%). La contratación indefinida mensual es de 1545 contratos (un 0’52% menos que el año pasado) y la contratación temporal es de 1608 contratos lo que significa un 46’27% en indefinidos y la temporal un 48’16%. Los contratos han sido tanto en los temporales como en los indefinidos, un 52’86% a jornada completa y un 47’14% a tiempo parcial.
Para Raül Roselló, Secretario General Comarcal de UGT-PV, “Los datos de paro de enero muestran que la Reforma Laboral suaviza la cuesta de enero, característico del fin del periodo navideño, con un incremento de desempleados mucho más bajo que históricamente ocurría”.
Pero para Roselló, cabe destacar que “la estadística de contratos continúa mostrando signos de estabilización, comportándose acorde a la premisa de “menos contratos, pero de mayor calidad”. Después de 2 años de la Reforma Laboral, se han firmado menos contratos sin embargo, los indefinidos ascienden siendo un 46% de toda la contratación de enero.
De forma que muchas personas trabajadoras que antes encadenaban varios contratos temporales en un mismo mes, ahora tienen un contrato indefinido. Por ello, que haya menos contratos no es un aspecto negativo sino un indicador de que la reforma laboral está funcionando y permitiendo que las relaciones entre trabajador y empresa se desarrollen en un marco de mayor estabilidad laboral de la que se benefician ambas contrapartes”.
Para UGT cabe destacar que medidas como, la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y la reducción de la jornada laboral máxima (para UGT debería alcanzar las 35 horas semanales al final de la legislatura), son necesarias y desde el diálogo social acordarlas como factores determinantes para combatir la pobreza salarial al tiempo que serán también muy útiles para estimular la creación de empleo y la mejora productiva de las empresas.
Por último Roselló incide que “la fortaleza de la contratación indefinida alcanzada debe de ser acompañada con unas mejoras en las garantías para lo cual es necesario que la indemnización por despido adquiera un carácter disuasorio y resarcitorio, recuperando también los salarios de tramitación. Ello desplazaría al despido como la última de las opciones posibles para el empleador, fomentando otras alternativas como la formación y la reubicación que son muchas más beneficiosas para ambas partes, ya que contribuyen a elevar la productividad, reducen costes y dotan a la persona trabajadora de un extra de seguridad laboral”.