28 de enero de 2006
Fdo.: Vicente Prieto, secretario general de la
UC La Muntanya-Vall del Vinalopó de la UGT-PV.
A la hora de escribir este artículo y vistos los indicadores laborales del año 2005 mi opinión sobre el futuro para nuestra industria tradicional no puede ser muy halagüeña, pero tampoco hay que ser catastrofista ya que un año peor que el 2005 es muy difícil que se repita.
UC La Muntanya-Vall del Vinalopó de la UGT-PV.
A la hora de escribir este artículo y vistos los indicadores laborales del año 2005 mi opinión sobre el futuro para nuestra industria tradicional no puede ser muy halagüeña, pero tampoco hay que ser catastrofista ya que un año peor que el 2005 es muy difícil que se repita.
La paulatina destrucción de empleo, el aumento de los Expedientes de Regulación de Empleo, los cierres de empresas y las altísimas tasas de precariedad laboral, así como, la mala coyuntura internacional, la bajada del índice de producción industrial, la bajada de las exportaciones y la subida de las importaciones son síntomas del deterioro de nuestra industria tradicional. Este panorama no creo que vaya a cambiar durante el año 2006, aunque estoy convencido de que se va a frenar un tanto ya que por lógica todo lo que sube baja y cada vez quedan menos empresas y menos trabajadores/ as dedicados a los sectores industriales predominantes en nuestra comarca como el calzado, industrias de componentes para el calzado y marroquinería.
Desde la UGT-PV hemos denunciado reiteradamente a lo largo de los últimos años una mentalidad empresarial que busca el beneficio a corto plazo y que se ha limitado a aprovechar las ventajas competitivas en costes laborales, sin contribuir a que otros factores diferentes como la calidad, la innovación tecnológica, o la mejora de los canales de distribución y el posicionamiento en los mercados emergentes, tomaran el relevo de esta ventaja comparativa a medio plazo. No ha sido China y los países emergentes, con el mayor ejército laboral del mundo, nuestros mayores enemigos, sino que hemos sido nosotros mismos.
Nunca se puede saber con total seguridad lo que va a ocurrir en el futuro, pero estoy convencido de que aún podemos estar a tiempo de salvar parte de este sector si desarrollamos los factores económicos adecuados, dentro de un diálogo social serio entre empresarios, autoridades locales autonómicas y estatales y los sindicatos, ya que este tipo de soluciones escapan a los ámbitos en que nos movemos. Para mi esto implica la necesidad de orientar nuestra producción hacia segmentos de mercado de gama alta donde el diseño, la moda, la calidad y la innovación sustituyan al precio, pues es la única manera factible de que nuestra industria tradicional tenga un futuro.
Un año más vamos a seguir con subidas del paro, creo que más moderadas que las del 2005, Expedientes de Regulación de Empleo etc. Es decir, vamos a seguir con los mismos síntomas del año anterior y sin poner los remedios eficaces para evitarlos, pero no somos los sindicatos los responsables de la situación en que nos encontramos, ni de poner las soluciones a los problemas que tiene nuestra industria, no es nuestra responsabilidad, aunque estoy convencido de que estamos dispuestos a ayudar para salir de la situación en que nos encontramos.
Por último me gustaría hacer mención al Pacto Territorial por el Empleo, en el que participamos Empresarios, Administraciones locales y Autonómicas y Sindicatos, como instrumento de trabajo para ayudar a salir ó paliar la crisis industrial en la que estamos inmersos. Además de ser un gran desconocido, diferentes encuestas llevadas a cabo por UGT así lo demuestran, es sin duda un instrumento válido, pero no es ni mucho menos la panacea para salir de esta situación anómala en la que nos encontramos, es como un ladrillo en una pared, ayuda a hacer el muro pero es insuficiente para evitar nada.