El paro disminuye con respecto al trimestre anterior en 7.400 personas desempleadas y la tasa de paro se sitúa en un 14,13%, lo que significa 0,65 puntos porcentuales con respecto al trimestre anterior, la más baja desde el 2008 (13,57%)
La tasa de paro de Alicante se sitúa en 14,13%, lo que supone 1,32 puntos por encima de la tasa de paro de la Comunidad Valenciana (12,81%) y 1,65 puntos por encima de la tasa de paro a nivel nacional (12,48%).
Los datos conocidos en el día de hoy por la Encuesta de Población Activa, correspondiente al segundo trimestre del 2022 muestran un respiro en cuanto al número de personas paradas, con un descenso de 7.400 personas menos desempleadas con respecto al trimestre anterior. Al mismo tiempo la tasa de paro se sitúa en un 14,78%, la más baja registrada en cerca de los últimos 15 años, pero además debemos incidir que, pese a su descenso, continúa siendo la provincia con mayor tasa de paro en la comunidad.
Sin embargo, estos datos positivos no se reflejan en el número de personas ocupadas, ya que disminuyen con respecto al trimestre anterior en 2.100 personas e incluso las personas activas también experimentan una pérdida de 9.500 personas. Llama la atención por otro lado el crecimiento de la población inactiva en la provincia en este trimestre con 15.500 personas más sobre todo vinculado directamente al crecimiento de las y los estudiantes que aumentan en 20.100 inactivos situándose en 131.400.
En este segundo trimestre, a pesar del descenso total de la población ocupada, debemos resaltar el comportamiento positivo que nos brinda el sector de la industria con 3.400 personas que han declarado encontrarse activamente ocupadas más que el trimestre anterior, así como el incremento de 300 personas más en el sector agrícola.
Desde UGT, queremos incidir en el comportamiento del sector industrial que, al margen de su crecimiento en este trimestre, todavía está distante de las cifras que se registraban en el 2017 (142.000) personas ocupadas.
Nos llama la atención el descenso en la ocupación del sector servicios, motor económico de la provincia, en este trimestre donde la Semana Santa siempre ha sido un aliciente para la creación de ocupación en actividades como la hostelería.
El análisis de estos datos desde la perspectiva de género nos describe otra realidad, ya que la tasa de paro en las mujeres aumenta un 0,91% respecto al trimestre anterior, suponiendo así un aumento en 4,500 mujeres más en situación de desempleo. Esta situación supone que las brechas de género continúan abiertas y, tanto en la tasa de paro como en el numero de personas paradas, las mujeres continúan asumiendo la destrucción de empleo.
Los datos nos muestran que las mujeres ocupadas han descendido, ya que son 900 mujeres más las desocupadas en este trimestre, situándose con un total de 361.700; mientras que el número de los hombres ocupados se sitúa en 428.200, sufriendo también una bajada en la ocupación de 1.300 hombres respecto al primer trimestre. Existe una brecha en la ocupación de 65.600 mujeres ocupadas menos que hombres. Esto nos indica el impacto negativo que sufren las mujeres en el mercado laboral.
Además, desde UGT, queremos destacar en términos generales que puede existir un cambio de tendencia en el mercado laboral, mostrando la eficacia de la nueva reforma laboral. No obstante, para el sindicato es más que necesario, en un panorama de crisis inflacionista, se requieren actuaciones urgentes que aseguren la calidad de vida de las personas trabajadoras.
Por ello, es necesario que, con una inflación que supera el 10%, se incrementen las rentas salariales de manera proporcional para sostener a capacidad adquisitiva de las personas trabajadoras, sobre todo cuando hoy también hemos conocido como grandes empresas han aumentado sus beneficios. Desde UGT seguiremos reivindicando la subida de los salarios ya que no son el motivo de la inflación que venimos padeciendo, siendo necesaria una subida del más de 2,4% actual, porcentaje que es no es proporcional y que está perjudicando gravemente la situación económica de las familias.
Son necesarias políticas de contención para que esta inflación no vaya a más para poder así proteger la capacidad adquisitiva de las personas, con procesos de diálogo urgente en materia de reparto de costes, que sea justo y a su vez, que no suponga un perjuicio a las pequeñas y medianas empresas.