Francisco Sacacia, secretario general de UGT Comarques de Castelló
Hace 45 años, ¡ya ha llovido desde entonces!, se instauró la jornada de 40 horas semanales como máximo para toda la clase trabajadora. Algunos convenios, ya recogían jornadas iguales o inferiores, fruto de la negociación colectiva. Y eso es precisamente lo que planteaba la patronal, que se negociara a nivel de empresa o sector, la jornada laboral.
Desde UGT, como no podía ser de otra manera, estamos a favor, y defendemos el diálogo social como la mejor herramienta para articular las condiciones laborales para todos los trabajadores y trabajadoras. Condiciones mínimas, que quede claro. Y dentro de esas condiciones se encuentra la jornada laboral, la cual entendemos que es necesario modificar , ya que como hemos apuntado anteriormente, está congelada desde 1980. A dicha modificación, como siempre, la patronal se opone aludiendo a un incremento de costes inasumible para las empresas. También era inasumible la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la modificación de la contratación, la revalorización de las pensiones…, y resulta que no sólo no ha producido ningún perjuicio, mas bien al contrario, sino que somos un ejemplo para otros países de nuestro entorno, siendo la economía que mas crece de los países desarrollados. Curiosamente, esto parece que a algunos partidos políticos les fastidia, ya que el sentido de sus votaciones, así lo demuestra. Tendrían que explicarlo, y la ciudadanía, apuntárselo.
Volviendo al tema de la reducción de jornada, y concretamente a la postura de la patronal de llevar la concreción de la jornada, a la negociación colectiva a nivel de empresa . Estamos de acuerdo, pero, fijando una jornada máxima por ley para todos y todas, Si no fuera así, en todas aquellas empresa donde no exista el equilibrio de fuerzas entre la dirección y la representación sindical, sería muy difícil, casi imposible, acordar las 37,5 horas semanales. Esta falta de acuerdo sería mayormente, en las pequeñas y medianas empresas, o sea, el 80% de nuestro tejido empresarial.
Además, si se mejoran las condiciones, se mejora la productividad.