Día Internacional de la Igualdad Salarial
Hoy 22 de febrero, Día Internacional de la Igualdad Salarial, manifestamos públicamente que aunque en las últimas décadas las mujeres han avanzado en el mercado de trabajo, se ha elevado la tasa de empleo, desempeñan más puestos de trabajo cualificados y se ha ampliado su presencia en todos los sectores de actividad; la igualdad retributiva, definida como “igual retribución para trabajos de igual valor” sigue siendo un reto pendiente para
todos los países de la UE y especialmente para España. Y es que la diferencia salarial entre mujeres y hombres, conocida como brecha salarial, es un hecho indiscutible y a la vez preocupante por su repercusión negativa en la vida de las trabajadoras y más aún por su persistencia, profundidad y alcance, sobre todo en estos días donde la crisis económica está haciendo estragos, especialmente sobre los grupos más vulnerables de la sociedad.
Diversos estudios socio-laborales concluyen que las principales diferencias salariales entre mujeres y hombres se encuentran en la cuantía de los complementos, es ahí, donde se registra la brecha salarial más elevada. Y es que las mujeres están presentes en el trabajo y en el hogar, concilian profesión y familia, interrumpen su vida laboral por la maternidad y la crianza, atienden en la mayoría de los casos a las personas dependientes, y todas estas circunstancias impiden acumular antigüedad, la disponibilidad horaria o la prolongación de la jornada laboral, así en muchas ocasiones el salario es raso, precario y aboca a percibir unas pensiones mediocres.
Además, la crisis económica aumenta la segregación laboral horizontal, la mayor parte de las mujeres siguen concentrándose en el sector de servicios; también sigue produciéndose segregación vertical, la tasa más elevada de ocupación la encontramos en las empleadas del ámbito administrativo, seguido de las trabajadoras de servicios de restauración y cuidadoras.
Observamos que el empleo de las mujeres está concentrado en aquellas ramas en las que el nivel salarial es más bajo. En definitiva, la segregación laboral por razón de sexo implica, en el caso de las mujeres, menores salarios y, en consecuencia, menores cotizaciones y menores prestaciones y bajas pensiones de jubilación.
En casi todos los debates en torno a la crisis solo se enfatiza el desempleo masculino. La crisis ha sido usada para imponer recortes salariales a las personas empleadas públicas; el último ejemplo, lo tenemos en la Comunitat Valencia con el ataque feroz a las personas interinas, dejando a muchas en la pobreza; también al resto de trabajadores y trabajadoras que han visto mermadas considerablemente sus condiciones laborales.
Con la crisis, hemos visto avanzar un pensamiento conservador que pretende eliminar las políticas de igualdad y los derechos conseguidos, reforzando un modelo capitalista y patriarcal.
Por todo ello, desde la UGT-PV exigimos:
- Igual retribución para trabajos de igual valor.
- Ampliación del permiso de paternidad a cuatro semanas.
- Fomento de la corresponsabilidad, permitiendo que las mujeres permanezcan en el empleo en igualdad de condiciones que los hombres.
- Promoción profesional de las mujeres. Aplicación de sistemas de valoración de puestos de trabajo que eviten el sesgo de género.
- Una ley de dependencia con presupuesto y no congelada.
- Educación pública desde los 0 años.
- Políticas de empleo con perspectiva de género, y fomento de la permanencia en el mercado de trabajo de las mujeres como objetivos prioritarios.
- La integración del principio de igualdad en todas las políticas públicas, sociales, económicas y culturales.
Desde la UGT-PV manifestamos:
La importancia que la negociación colectiva tiene para conseguir la igualdad en el empleo, así como el papel determinante de los planes de igualdad, como herramientas para lograr avanzar en ciudadanía plena.
La necesidad del aumento de la participación de las mujeres en el diálogo social, así como la creación de espacios comunes de reflexión donde se elaboren estrategias que apuesten por una igualdad real.
Se haga efectiva la obligación de realizar informes de impacto de género en todas las normas, proyectos y planes económicos y sociales que apruebe el Gobierno.
La urgencia de la incorporación de la igualdad al sistema educativo, es decir, la coeducación como premisa para el avance social.
La Unión General de Trabajadores del País Valenciano, denuncia alto y claro que los derechos salariales y la discriminación por razón de sexo son inadmisibles en una sociedad
moderna.
Por eso decimos: