La brecha salarial perpetúa la discriminación. Petra Araque
Este es el segundo año en que se conmemora el día Internacional por la Igualdad salarial o Día Internacional contra la discriminación salarial, dos maneras diferentes de decirlo pero un sólo significado: las mujeres perciben a final de mes alrededor de un 30% menos que los hombres por realizar igual trabajo.
Llega el 22 de febrero, llega el día de la visibilización, escribimos artículos, reflexionamos, criticamos, denunciamos, reivindicamos y aún así las mujeres seguimos percibiendo menores retribuciones.
Y ello, a pesar de que estamos preparadas y capacitadas, tanto física como intelectualmente, somos capaces de cualquier cosa, y sin embargo se nos sigue considerando un grupo vulnerable o, parafraseando a María Pazos, “somos mano de obra de alto riesgo”, ya que somos nosotras las que hacemos uso de los permisos y las excedencias para los cuidados de hijos y familiares, abandonando por ello nuestro puesto de trabajo.
¿Qué medidas deberíamos de tomar para erradicar definitivamente la desigualdad salarial?
Las mujeres estamos subyugadas a la maternidad, al cuidado de los hijos e hijas y al cuidado de familiares dependientes; desde la UGT-PV pensamos que es prioritario igualar la duración del permiso de paternidad con el de maternidad con carácter obligatorio, recordamos que este permiso sigue siendo de 13 días, y aunque estaba previsto ampliarlo a 4 semanas el 1 de enero de este año, tras la reforma se ha pospuesto para el 2012.
Para evitar seguir siendo “mano de obra de alto riesgo” la UGT-PV considera también es imprescindible el derecho a la educación infantil pública desde los 0 a los 3 años, así como facilitar la atención a las personas dependientes, mediante la creación y mantenimiento de servicios públicos de calidad; medidas que deberían hacer mejor nuestra sociedad y permitir que cada persona pueda tener un plan de vida propio.
Las mujeres estamos preparadas para resistir el ataque de la crisis, hemos adquirido un alto grado de formación, obteniendo incluso mejores resultados en las universidades. Hemos demostrado nuestra competencia para desempeñar todo tipo de profesiones, para dirigir todo tipo de empresas y países.
La causa de las desigualdades que padecemos son los estereotipos: sustentador masculino frente a esposa dependiente, que todavía permanece en el imaginario social. Se siguen perpetuando los esquemas del pasado, esquemas que debemos romper y erradicar, ya que la igualdad de género es crucial para avanzar en el cambio hacia un desarrollo sostenible.
Firmado: Petra Araque Catena, secretaria de la mujer de la UGT-PV