La doble desigualdad de las trabajadoras se hace patente en las tasas de desempleo y temporalidad
21 de agosto de 2008
Las dificultades para acceder al empleo hace que el 13% de las trabajadoras valencianas menores de 25 años no se informen del tipo de contrato temporal que tienen
La UGT-PV denuncia que, atendiendo tanto a factores cuantitativos como cualitativos, las jóvenes mujeres trabajadoras valencianas padecen una doble desigualdad en el mercado de trabajo, fundamentalmente vinculada a las altas tasas de desempleo y de temporalidad que padecen, así como con ciertas condiciones de trabajo relacionadas con los turnos, la jornada y el salario.
De hecho, las jóvenes valencianas menores de 25 años padecen una tasa de desempleo del 29%, más de dos puntos por encima de la de los hombres de su misma edad, 16 respecto a la tasa total de mujeres y casi 18 respecto a la tasa media del mercado laboral, mientras que respecto a la tasa de temporalidad, prácticamente la mitad, el 48%, mantiene una relación temporal en su empleo, mientras que la tasa de temporalidad entre los hombres de su misma edad es del 33,7%.
Es más, actualmente las dificultades de las trabajadoras jóvenes para acceder y mantenerse en el mercado laboral son tan grandes, que el 13% de las menores de 25 años con contrato temporal, ni siquiera se informan de qué tipo de contrato firman, una cuestión que para la UGT-PV viene propiciada por el temor a ser rechazadas o a perder su empleo, lo que les hace tomar estas decisiones en contra de sus más elementales derechos laborales, como es conocer y reclamar una copia del contrato de trabajo.
Esta práctica se produce debido, en gran medida, a que la mayor parte de las mujeres están empleadas en sectores de actividad muy atomizados, lo que facilita esta situación y donde, para la UGT-PV, es preciso incrementar el control por parte de las autoridades laborales para frenar los abusos que padecen las personas más jóvenes en general y las mujeres en particular.
Para la UGT-PV, la realidad de esta doble discriminación se refleja en claras desventajas respecto a los hombres de su misma edad, y respecto a las mujeres en general, tanto en la carrera profesional, como en el acceso a algunos empleos, lo que trae como consecuencia serias dificultades respecto a la conciliación de la vida laboral y personal y al acceso a la vivienda de este colectivo.