A los indecisos

A los indecisosEl inicio de la campaña electoral coincide con el sondeo del CIS, que dice que el 40% de los votantes aún no tiene decidido su voto: A ellos les dedico esta columna.  Me imagino que muchos de estos indecisos e indecisas son trabajadores con y sin empleo, que a lo largo de estos terribles cuatro años han visto cómo su vida, y la de los suyos, ha cambiado y no precisamente para bien.

En realidad, para bien no ha cambiado nada. Somos más pobres, estamos más indefensos, nuestros servicios públicos son de peor calidad, las leyes son cada vez más represivas y, lo peor de todo, nosotros, los que no habíamos generado la crisis hemos sido los que la hemos pagado, y seguiremos pagando durante muchos años, al obligarnos este Gobierno a socializar las deudas de los poderosos. Jamás se le pasó por la cabeza rescatar a las personas de a pie que sufren.

Es cierto, que en los últimos meses, las campañas de propaganda que se desarrollan por los diferentes canales nos quieren hacer creer que la crisis ya ha pasado, que es cosa del pasado. Pero los que la vivimos en primera persona sabemos que no es así. Sigue habiendo desahuciados. Sigue habiendo niños y niñas que tienen que quedarse en el comedor escolar para poder tener al menos una comida caliente al día. Sigue habiendo jubilados que tienen que elegir entre comprar sus medicamentos, porque ya no son gratis, o ayudar a sus hijos o nietos en paro a sobrevivir. Sigue habiendo jóvenes que su proyecto de ser universitario o universitaria se quedó en el camino por no poder acceder a una beca para pagar las elevadas tasas que tienen ahora estos estudios.

Vivimos en una sociedad más desigual, en la que trabajar ya no es sinónimo de salir de la pobreza. Este Gobierno deja casi el mismo número de parados que cuando dio inicio esta legislatura. La diferencia está en que el millón de trabajadores y trabajadoras que perdieron su empleo en estos cuatro años, ahora han encontrado, gracias a la Reforma Laboral, uno precario, que no le llega para pagar sus facturas y comer, y que sabe que lo perderá en cualquier momento.

La derecha que nos ha gobernado ha respondido a los intereses económicos de su gente, entre la que los trabajadores y trabajadoras no nos encontramos. Nos quieren hacer creer que todos queremos lo mismo y que lo único que varía es la forma de conseguirlo. Sencillamente esta afirmación es falsa. Los ricos no quieren lo mismo que los pobres. Los que nos ganamos la vida con nuestro trabajo no quieren lo mismo que los que viven de dividendos e inversiones. Los que no necesitan los servicios públicos, porque pueden comprar con su dinero educación y sanidad, por ejemplo, no quieren lo mismo que los que dependemos exclusivamente de los servicios públicos.

Escuché decir al presidente del Gobierno hace unos días que para los próximos cuatro años este país necesita seguridad, certidumbre y confianza. Justo lo que su gobierno nos ha robado a golpe de decreto: la seguridad laboral para poder tener una existencia digna, la certidumbre de poder planificar nuestra vida a medio y largo plazo, y por tanto, la confianza en el futuro, la nuestra y la de nuestros hijos.

Nos jugamos mucho y nuestro voto es muy importante. En este futuro incierto al que nos han abocado, tenemos mucho que defender. Los trabajadores y trabajadoras no podemos premiar a aquellos que no son la solución sino el problema.

Gonzalo Pino Bustos
Secretario General UGT PV

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