Es necesaria una nueva fase. Carlos Calero
28 de abril de 2007
Desde hace ya una docena de años, el movimiento sindical en todo el mundo alza al unísono su voz cada 28 de abril para reclamar mayores niveles de seguridad y salud en el trabajo, puesto que, a todas luces, gran parte de los heridos, lesionados y fallecidos que se producen como consecuencia de los accidentes laborales podrían evitarse.
Y es que, para la UGT-PV, en una materia tan sensible como garantizar la integridad personal en el trabajo no sirven palabras sino hechos, y aunque es cierto que gozamos de una legislación aceptable, también lo es que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales tienen un carácter de mínimos sobre la que hemos de construir unas mejores condiciones que apuesten por la calidad y la seguridad, pensando no sólo en el bienestar de los directamente implicados en los accidentes laborales, sino en el conjunto de nuestra sociedad.
En este sentido, hemos de lamentar que en la Comunidad Valenciana, hasta el momento, las actuaciones se han centrado en lo inmediato, lo fácil, obligatorio y técnico, por lo que desde la UGT-PV consideramos necesario entrar en una nueva fase con el desarrollo de una auténtica cultura preventiva poniendo el acento en la integración, la cooperación, la complejidad y la proactividad ante este problema.
Todo ello en un año marcadamente electoral en el que los trabajadores y las trabajadoras debemos elegir a quienes nos representarán, a los que tendrán que dirigir la administración autonómica y municipal durante los próximos cuatro años. Así pues, este es un buen momento para decirles, cuáles son las líneas maestras que, para la UGT-PV, deben regir la lucha contra la siniestralidad en el trabajo.
A nuestro juicio, el primero de los principios rectores de cara al futuro es evitar repetir los errores del pasado, no podemos aceptar que se siga dilatando la aplicación de las medidas acordadas por los agentes económicos, sociales y el propio Consell, dentro del diálogo social autonómico. Una cuestión que nos hace recordar que todavía no se han creado los 60 inspectores laborales en funciones de comprobación de riesgos laborales acordados en el Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo en septiembre de 2005.
Por otra parte, y poniendo la vista en el futuro, la UGT-PV considera que son cinco los ejes por los que deben pasar todas las actuaciones que partan del próximo diálogo social que se iniciará con la nueva legislatura. En primer lugar, es necesario elaborar un Plan Estratégico de Seguridad y Salud en el Trabajo que establezca un programa de vigilancia e inspección en las empresas con mayor tasa de siniestralidad e incumplimiento preventivo, creando convenios de colaboración entre los agentes implicados: fiscalía del TSJCV, Invassat, Federación de Municipios y provincias, Inspección de Trabajo, empresarios y sindicatos más representativos, implicando asimismo a la conselleria de sanidad.
En segundo lugar y en consonancia con la Administración del Estado, hemos de crear una comisión Tripartita (Empresarios, Sindicatos más representativos y Administración Pública) con la finalidad de alcanzar una mejora en los objetivos y el funcionamiento de la Inspección de Trabajo en coordinación con el Invassat.
Además, hemos de dotarnos de recursos y protocolos específicos para la actuación ante los nuevos riesgos emergentes: acoso laboral, estrés, burnout (síndrome del quemado) , ansiedad, depresión, intimidación, generando un marco normativo especifico que garantice la atención integral a los trabajadores afectados y la autonomía e independencia de los profesionales llamados a intervenir, así como crear en todas las empresas la figura del Consejero de Mediación y Arbitraje especializado en estos nuevos riesgos.
Para la UGT-PV también es importante crear un certificado de empresa responsable en salud que extienda un modelo empresarial basado en el compromiso con la integridad y los derechos fundamentales de los trabajadores, específicamente en el campo que nos ocupa, relacionado con la salud laboral.
Por último, aunque no por ello menos importante atendiendo a la estructura productiva de la Comunidad Valenciana, es necesario apoyar la gestión y desarrollo de una cultura preventiva en las pequeñas empresas, que son más del 90% en nuestra Comunidad, con la creación de la figura del delegado de prevención territorial que ayudará a generar una cultura preventiva allí donde es más difícil y los trabajadores padecen más indefensión.
Así pues, las actuaciones y demandas del movimiento sindical respecto a la siniestralidad laboral, no solamente están en la calle el 28 de abril, ya que seguiremos exigiendo políticas preventivas serias y eficaces a los empresarios y a la administración, que no hay que olvidar que son los únicos responsables de garantizar la Seguridad y Salud Laboral de los trabajadores y las trabajadoras valencianas.
Firmado: Carlos Calero Jaén, secretario de acción sindical y salud laboral de la UGT-PV.