Perspectivas futuras del empleo en la Comunidad Valenciana. Miguel Llanes
1 de abril de 2007
Hace unos días el portavoz adjunto del Partido Popular en les Corts Valencianes manifestaba, en referencia al informe FUNCAS de las Cajas de Ahorros Españolas, que se confirmaba que la Comunidad Valenciana estaba obteniendo unos resultados económicos muy positivos que venían a demostrar que sigue liderando el crecimiento económico no sólo en España sino también en Europa.
Lo que olvidaba, interesadamente, señalar el portavoz adjunto del PP es que ese crecimiento refleja un problema estructural de competitividad, y que si bien ha propiciado la creación de empleo está generando desequilibrios y es insostenible.
La Comunidad Valenciana viene basando su crecimiento en el sector de la construcción, con alrededor del 50% del empleo creado en 2006, y el sector servicios (hostelería y restauración), sectores de actividad intensivos en mano de obra. Por tanto, el crecimiento del PIB en la Comunidad Valenciana está realmente desequilibrado, la demanda se apoya en el consumo y la oferta, sobre todo, en estos dos sectores de la construcción y servicios.
Por su parte, el crecimiento del empleo industrial en la Comunidad Valenciana, que representa el 76’3% del creado en España, no ha ido acompañado de una mejora de la productividad, dado que se ocupa en empresas que fabrican productos de bajo valor añadido; mientras que en Madrid y Cataluña el crecimiento ha sido menor , pero en empleos más cualificados y en actividades industriales, con mayores niveles de innovación y productividad, que incorporan mayor valor añadido. La Comisión Europea sitúa a la industria como el sector crucial para la recuperación de la competitividad europea dado que aporta un mayor valor añadido a las economías regionales, no obstante la especialización de una parte de la industria valenciana en sectores de baja intensidad tecnológica comporta una menor propensión innovadora .
Sobre este aspecto, el pasado mes de febrero, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ofrecía los datos globales de la Contabilidad Nacional del año 2006. Del análisis de los mismos se desprendía que la mejora de la productividad de la economía española se debía exclusivamente a la industria, y dentro de ésta se ha concentrado en unas pocas ramas, en las que existe un escaso peso de la industria valenciana dado que cuenta con escasas empresas en sectores de alto contenido tecnológico, lo que se aprecia en la intensidad tecnológica de los productos exportados que es media-baja.
Por su parte en el sector servicios, como es el caso de la Hostelería y la Restauración, y en la Construcción (caracterizadas por un uso intensivo del empleo más que por la generación de valor añadido) se ha producido una caída de la productividad del 2,1%, es decir en los dos sectores de actividad en los que se basa el modelo productivo valenciano de creación de empleo, eso si con una alta tasa de temporalidad .
Por su parte, según el último estudio de Infoempleo, la oferta de trabajo cualificado creció en 2006 en la Comunidad Valenciana un 6’98%, lejos del aumento del 21% de España, mientras que según datos recientes de INE sólo el 5’63% de los empleados valencianos está ocupado en sectores de alta tecnología.
Además, diversas instituciones, como el Servicio de Estudios del BBVA, el Observatorio de Coyuntura Económica Internacional de la Universidad de Valencia, así como las patronales estatales y autonómicas de la construcción auguran una desaceleración del sector de la construcción, mientras que la recuperación del sector exterior se verá afectada negativamente en aquellos sectores económicos valencianos, expuestos a la competencia con otros países, por los altos precios en España.
Es de destacar, en este sentido, en la Comunidad Valenciana la falta de inversión empresarial en I+D+i que afecta a casi todos los sectores industriales, pero en especial a los de mayor intensidad tecnológica, lo que resulta especialmente grave, pues es aquí donde la investigación resulta más productiva y favorece la competitividad de la economía.
Por todo ello, desde la UGT del País Valenciano venimos defendiendo que es necesario abandonar interesadas declaraciones partidistas triunfalistas y asumir por parte de la Generalitat medidas eficaces para mejorar la competitividad que deben ser una prioridad de la política económica autonómica, de acuerdo con la apuesta por un modelo de crecimiento económico, equilibrado y sostenible; modelo en el que se necesitan inversiones considerables en política industrial, así como en I+D+i, que constituyen una condición necesaria para el crecimiento de la productividad, lo que resulta imprescindible para competir en los sectores de mercado de mayor valor añadido, diversificando el crecimiento de la economía valenciana, actualmente muy dependiente de la construcción y los servicios, y evitando al tiempo la amenaza de las deslocalizaciones empresariales.
Firmado: Miguel Llanes Gamón, secretario de empleo y formación profesional de la UGT-PV