16 de mayo de 2009
La UGT-PV participa en la manifestación convocada en Valencia por las Plataformas en defensa de la Ley de Dependencia de la Comunitat Valenciana para exigir a la Generalitat la puesta en marcha de las prestaciones de la Ley que dos años y medio después de su entrada en vigor todavía no están desarrolladas, a diferencia de lo que ocurre en otras comunidades autónomas.
“La marcha naranja”, como se denominó a la Manifestación del sábado, reunió a más de 10.000 personas en las calles de Valencia, en un recorrido que partió desde la Plaza de San Agustín, pasando por la Plaza del Ayuntamiento hasta acabar en la Plaza de la Virgen donde se leyó el comunicado de los convocantes. Las Plataformas en defensa de la Ley de Dependencia de la Comunitat Valenciana están formadas por personas en situación de dependencia, familiares de los mismos, colectivos profesionales y sindicales, entre los que se encuentra la UGT-PV.
La implantación de la Ley de Dependencia en la Comunitat Valenciana está siendo aprovechada para desmantelar el Sistema Público de Servicios Sociales. Se está sustituyendo de forma paulatina y constante por un sistema residual, de carácter subsidiario, donde el carácter asistencial, en el mejor caso, prevalece sobre el reconocimiento de los derechos sociales.
Entre los argumentos de la Plataforma se encuentra que las personas que tienen derecho a la Ley de Dependencia no pueden ejercerlo. La no aplicación de la ley en la Comunitat Valenciana, esta evidenciando que el retraso responde al desinterés de nuestra administración autonómica para desarrollar los derechos sociales. Son millares los afectados que esperan con paciencia la resolución de su situación y la aplicación de los servicios y prestaciones que se derivan de ella. La comparativa con el desarrollo que se está haciendo en otras Comunidades Autónomas no deja lugar a dudas. La Comunidad suspende en la aplicación de la Ley.
Además, los trabajadores sociales pierden su espacio profesional. Porque el desarrollo de la misma ha dejado en una segunda línea de incidencia y gestión a los trabajadores sociales de atención primaria, creando una estructura paralela, donde la aportación queda en un segundo nivel, el que supone el olvido profesional y metodológico de nuestro trabajo. Pero también los trabajadores sociales de la dependencia, contratados a este efecto, están sufriendo las consecuencias con imposiciones que vulneran una y otra vez la Ley y el trabajo técnico de los profesionales.
Finalmente, nuestra red social se deteriora, porque la implantación que está haciendo la Consellería de la Ley, prevaleciendo las prestaciones económicas, lejos de potenciar, revitalizar y ampliar los Servicios Sociales existentes (como así establece la Ley), desestabiliza la red primaria de atención impidiendo su potencial comunitario de apoyo y proximidad.