18 de marzo de 2008
Cuatro de cada cinco personas dependientes son cuidadas por mujeres, cónyuges o hijas, mayores de 52 años
La UGT-PV denuncia que la no aplicación de la Ley de Dependencia en la Comunitat Valenciana está impidiendo la conciliación entre la vida laboral y personal, sobre todo entre las mujeres, ya que son éstas quienes se encargan en mayor medida de los cuidados de las personas dependientes de la familia, lo que en muchos casos les obliga a dejar el empleo.
En concreto y según las cifras que se desprenden de la Encuesta de Calidad de Vida en el trabajo de 2006 elaborada por el INE y en la que se hacia referencia a los problemas relacionados con la falta de servicios y prestaciones en la atención a las personas dependientes, en España hay más de 2,8 millones de mujeres y hombres que trabajan, pero que también se dedican a cuidar de sus familiares dependientes, con el esfuerzo de intentar compaginar empleo y atención a estas personas.
En la Comunitat Valenciana un 14% de los hogares acoge a una persona dependiente, donde los cuidados son realizados en un 86,5% por hijas o esposas mayores de 52 años, con el agravante de que en el 11% de los casos estas mujeres han tenido que renunciar a su vida laboral para dedicarse a los cuidados de personas dependientes.
Sin embargo, aquellos hombres que tienen a su cargo personas dependientes no renuncian a su vida laboral para hacerse cargo de ellas, sino que en un 59,9% de los casos relegan los cuidados a sus familiares femeninas próximas (hermanas, hijas…), que no reciben ningún tipo de prestación por realizar este trabajo.
Por otra parte, fuera de la jornada laboral, para aquellas parejas que comparten una vida laboral activa, la situación no es más satisfactoria, los hombres que tienen a su cargo una persona dependiente son ayudados por su pareja en un 45,5% de los casos, mientras que aquellas mujeres que tienen algún familiar dependiente sólo comparten esta carga con su pareja en un 28% de los casos. Estos datos nos proporcionan una fotografía de la realidad actual en nuestra sociedad en cuanto a los cuidados de las personas dependientes. Son las mujeres las que cargan con estas tareas de cuidados, ya sea renunciando a su vida laboral, o haciendo malabarismos para conciliar la vida laboral con la familiar. No importa que las personas dependientes sean familiares de ellas o de sus parejas; la atención la prestan ellas.
Desde la UGT-PV pensamos que la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia es una buena oportunidad para que esta situación se modifique. Pero para ello, tiene que existir una voluntad política (tal y como recoge el espíritu de la ley) para que se cree una red pública de servicios, donde las personas dependientes sean atendidas en condiciones de calidad, para que así, poco a poco, los cuidados informales se desliguen de las mujeres.
Para que todo esto sea posible desde la UGT-PV exigimos que la Conselleria de Bienestar dé cobertura de manera efectiva a estas personas dependientes, sobre todo a los grandes dependientes, y a sus familias. La realidad es que estas personas no están recibiendo servicios ni prestaciones económicas, en muchos casos no existen resoluciones, lo que supone que no se puedan poner en marcha los Programas Individuales de Atención (PIA).
Desde la UGT-PV instamos al gobierno valenciano a que deje de hacer de la Ley de la Dependencia motivo de confrontación con el Gobierno Central por ser de distinto signo político y dote de recursos económicos, humanos y materiales para poder implantar la ley en todo el territorio y prestar los servicios que, por derecho, requieren las personas dependientes, pues en otras Comunidades sí que se está desarrollando.