Los datos son previos a la crisis sanitaria, por lo que no reflejan la situación actual
El INE ha publicado la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) con los datos definitivos de 2019, que como novedad incluye un módulo sobre transmisión intergeneracional de la pobreza y que reflejan la situación social y económica en la que se encuentran las personas en nuestro territorio. Es de destacar que está encuesta es anterior a la crisis de la COVID19 por lo que no recoge la actual situación, lo que hace prever que los datos de futuras encuestas serán todavía más negativos en las rentas y en los ingresos de los hogares valencianos, que los arrojados en la encuesta actual.
Los datos de la misma indican que aún estamos por debajo de la media estatal. Así, en el 2019, en la Comunitat Valenciana, cada persona ingresó de media 10.611 euros en 2019, 1.000 menos que la media estatal (11.680€) y eso que los números mejoran respecto al año anterior, con 379 euros más y un aumento del 3,7 % respecto a 2018;
Con todo tenemos que la tasa de riesgo de pobreza es de un 23,7 % y la población en riesgo de pobreza o exclusión social (tasa AROPE) fue el 27 % más de dos puntos por encima de la media estatal y más de 3 puntos de la tasa de riesgo de pobreza.
En cuanto a la encuesta sobre la situación en la que las familias valencianas llegan a fin de mes los datos arrojan que el 5,2% llegan con mucha dificultad y un 33,5 % no puede afrontar gastos imprevistos y que el 34,5 % de familias no puede permitirse una semana de vacaciones al año fuera de casa.
Aunque en el informe no se dan datos de pobreza infantil por Comunidades Autónomas, resulta sorprendente que un 27,1% de las personas menores de 16 años se encuentre en riesgo de pobreza, un 1,6% más que en 2018. Por otra parte los datos del índice de Gini, indicador que mide las desigualdades sociales entre la población con mayores ingresos y con menores, apuntan a una leve reducción de esa desigualdad, en un 33% un 0,2 menos respecto del año 2018, aun así sigue siendo preocupante la desigualdad entre la población más rica y las más pobre.
Con todo, desde UGT-PV consideramos que es necesario activar todos los mecanismos para luchar contra la pobreza y la exclusión social y que herramientas como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y la Renta Valenciana de Inclusión deben de servir para paliar estas situaciones: Y por todo ello entendemos que deben agilizarse los trámites en ambas prestaciones. Así, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) responsable del IMV y la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas responsable de la RVI, deben de dedicar esfuerzos y recursos para que las prestaciones lleguen a las personas más necesitadas en el menor tiempo posible, y que de esa manera se pueda hacer frente a las situaciones de necesidad que se están dando ya debido a la crisis sanitaria y económica.
Datos a nivel estatal
Por otra parte,l a nivel estatal, la encuesta indica que Los ingresos medios por persona se situaron en 11.680 €/año, lo que supone un aumento en 268 €/año, respecto a 2018, es decir, un 2,3%. A pesar de este pequeño aumento en la renta, el 20,7% de la población continuaba en riesgo de pobreza o exclusión social, un 0,8 menos respecto a 2018, alcanzando en mismo nivel de 2010.
En cuanto al umbral de riesgo de pobreza este se situó en 9.009 euros, en el caso de los hogares de una persona, lo que supone un 1,6% más que en 2018; siendo en hogares compuestos por dos adultos y dos niños, de 18.919 euros.
La tasa AROPE de riesgo de pobreza o exclusión se sitúa en el 25,3% de la población residente en España, frente al 26,1% registrado el año anterior.
En cuanto a sexo, las mujeres se encuentran continúan en mayor riesgo de ser pobres, con una tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (indicador AROPE) del 26% frente a la tasa de riesgo pobreza masculina que se fijó en el 24,6%. Nuevamente se trata de un efecto directo de la desigualdad de ingresos entre los hombres (11.768 €/renta media anual) y las mujeres (11.595 €/renta media anual).
Atendiendo a la edad, ha subido el riesgo de pobreza en los menores de 16 años, en 1,3 puntos porcentuales y fijándose su tasa AROPE en 30,1%, y reduciéndose en un punto en las edades comprendidas entre 16 y 64 años y casi 2 puntos en el caso de los mayores de 65 años.
El riesgo de pobreza por tipo de hogar, en los hogares formados por un adulto con menores a cargo, entre las que se encuentran las familias monoparentales, se fijó en un 46,8%, lo que significa un pequeño descenso respecto al año anterior; y los hogares con menos riesgo de pobreza son los formados por dos adultos sin niños dependientes con una tasa de riesgo de pobreza del 20,3%.
En cuanto al riesgo de pobreza en relación con la actividad de la persona, son las personas paradas las que más riesgo tienen (con casi un 57%), frente al 14% de los jubilados o el 15,3% de los ocupados; y La renta media por hogar se fijó en 29.132 €/año, lo que comparativamente significa un aumento de un 2,5 respecto al año anterior de referencia.
Sobre las personas con carencial material los daros aportan que un 7,4% de los hogares llegó a fin de mes con mucha dificultad, 3 puntos menos que 2018; el 33,9% de los hogares no pudo afrontar gastos imprevistos; el 33,4% no se pudo permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año; el 3,8% no pueden permitirse llevar una alimentación adecuada, al no poder permitirse comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días; y el 7,6% de los hogares, no puede permitirse mantener su vivienda a una temperatura adecuada.
Si hablamos de carencial material severa esta afecta al 4,7% de la población, lo que supone una reducción respecto a 2018 que se fijó en el 5,4% de la población. Aún así, nuestra sociedad no puede permitir que alrededor de 2,2 millones de personas se encuentre en esta situación.
Con estos datos podemos concluir que en nuestro país no se ha logrado alcanzar el objetivo fijado en la Estrategia 2020, la cual está a punto de finalizar, de luchar contra la pobreza y la exclusión social, reduciendo el número de personas que viven por debajo del umbral de pobreza. Incluso el Relator especial de la ONU para la pobreza extrema, en su Informe Final, ha puesto de manifiesto que nuestros programas de protección social son insuficientes y dejan fuera del sistema a personas en situación de pobreza.
Desde UGT, consideramos urgente la puesta en marcha de la Estrategia Nacional de Prevención y Lucha contra la Pobreza, en cuya elaboración participamos activamente, junto con el desarrollo de la misma a través de planes operativos. Y mostramos muestra preocupación por la situación que se puedo producir en los próximos mesas dada la actual crisis sanitaria y a las consecuencias erivadas de la misma.
Acceda aquí a la web del INE y consulte el infirme completo: https://bit.ly/2P3DSVu