Precarización
Aunque los datos del paro del mes de enero fueron interpretados de forma triunfalista por parte del PP y de su «brunete» mediática, las últimas cifras del mes de febrero nos han devuelto a la más cruda realidad. la reforma laboral del 2012 no ha generado empleo estable. todo lo contrario: Ha roto las relaciones laborales, ha desmantelado la negociación colectiva y ha introducido en el «sacrosanto» mercado -al que tanto apelan los neoliberalesla competencia desleal entre las empresas.
Esto es, ha introducido un elemento de distorsión entre aquellas empresas que respetan la dignidad de los trabajadores y tienen una concepción democrática de las relaciones laborales, y los trileros metidos a «emprendedores» que utilizan a su antojo las leyes antiobreras que les permiten usar y abusar de la clase trabajadora.
En nuestra comarca, con un elevado índice de trabajo ligado a la estacionalidad -fundamentalmente en los sectores agroalimentario y de servicios- la precariedad, los «minijobs» y la rotación en las contrataciones por parte de las empresas -consecuencia de esa misma reforma laboral- no permiten la generación de empleo estable, empobreciendo a nuestra clase y aumentando la exclusión social.
El comienzo de la nueva legislatura está introduciendo confusión entre la ciudadanía y el conjunto de los trabajadores exponiendo el reparto de sillones como marco prioritario de la acción política de los partidos.
Los posmodernos, que preconizaban una nueva política basada en la defensa «de los de abajo», sólo parecen preocuparse de sus posibles puestos ministeriales en caso de alcanzar el ansiado poder, pero de su lenguaje ha desaparecido -si alguna vez estuvo- el vocablo trabajadores.
El mayor partido de la izquierda olvida por momentos que en su sigla su bandera principal es la defensa de la clase trabajadora, y debe plantearse que cualquier situación futura pasa necesariamente por la regularización del mercado de trabajo y la recomposición del diálogo social, pieza fundamental del estado de bienestar.
Desde la UGT comarcal consideramos que no se puede construir una sociedad libre cuando el trabajo, que dignifica a la persona, o es inexistente -ya que millones no pueden acceder a él- o, en su defecto, está sujeto a situaciones de precariedad, bajos salarios y temporalidad.
El resultado del cuatrienio negro ya lo conocemos. esperamos que la etapa que comienza sea mejor para la clase trabajadora. el espectáculo que se está dando en este comienzo de legislatura por parte de quienes han sido mandatados por los ciudadanos y los trabajadores para mejorar sus condiciones de vida, no nos invita al optimismo.
Juan García Agudo
Secretario general de UGT en la Ribera