Una Europa social para que la Ribera pueda ser próspera. Raül Roselló, Pepe Esteve y Josep Antoni Carrascosa
La Confederación Europea de sindicatos (CES), en la que se integran CCOO y UGT, ha convocado en el mes de junio una jornada de movilización social y laboral en todos los países integrados en la Unión Europea. En Valencia, conjuntamente con las organizaciones sociales (Cimera Social), salimos a la calle el día 15 de junio para reivindicar otra política económica, fiscal, laboral y social en Europa, en España y en el País Valencià. Las políticas de ajustes de la Troika comunitaria (Fondo Monetario internacional, Comisión Europea y Banco Central Europeo) sólo han conseguido que más de 30 millones de europeos estén desempleados.
En nuestro país hemos conocido con horror el dato de la EPA que nos dice que el paro afecta ya a 6.200.000 españoles, de los cuales 700.000 son valencianos. En nuestra comarca el dato para el primer trimestre del Instituto Valenciano de Estadística basado en la EPA es espeluznante: 45.210 parados en el conjunto de la Ribera y una tasa de desempleo del 29,38 en la Ribera Alta y del 29,94 en la Ribera Baixa.
Europa es hoy un continente en que la economía financiera ha impuesto sus tesis más neoliberales y el resultado es empobrecimiento aquí, en la Ribera, y recesión económica sin final previsible.
Sin embargo, el problema no es Europa. Más bien estriba en el tipo de Europa que se esta construyendo. Es una gran mentira afirmar que no es posible construir otro tipo de Europa, más social y con mayores parámetros de integración política, bancaria y fiscal.
Hace falta un nuevo Contrato Social en Europa porque con otras políticas y con otras voluntades se pueden recuperar los pilares básicos del Estado del Bienestar y del modelo social Europeo. A través de políticas destinadas a combatir el fraude fiscal, la economía sumergida y la imposición de tasas a las transacciones financieras y la desaparición de los paraísos fiscales se podrían recaudar miles de millones de euros.
Con esos recursos sería factible proyectar un programa de empleo masivo y abordar los déficits europeos de inversión pública y privada en innovación, investigación y desarrollo. Además, el Banco
Central Europeo debe jugar un papel distinto al de hoy. El BCE puede y debe asumir deuda pública de los países para financiar a los Estados y no a los mercados y a las grandes corporaciones financieras, que son quienes están haciendo el gran negocio en Europa.
El cambio es necesario porque incluso los informes de la OCDE, nada sospechosos de albergar posiciones de radicalidad, no dejan lugar a dudas y el único horizonte que se otea es más recesión y tasas de paro más elevadas.
Europa somos nosotros, los ciudadanos y ciudadanas de la Ribera. Lo que pasa en nuestra comarca tiene que ver con el tipo de políticas europeas que se hagan porque estas condicionan nuestra vida diaria. Europa no puede permitirse ni a la Señora Merkel ni a los falsarios nacionales, autonómicos o locales que se escudan en ella para imponer sus propios intereses a base de empobrecer a los trabajadores y trabajadoras con desregulación laboral y la reducción o eliminación de los sistemas de protección social públicos.
Desde UGT y CCOO no cejaremos en nuestro derecho a proteger a las personas, el derecho al trabajo, a través de la movilización social, de la negociación e interlocución. No cabe el cansancio ni el desánimo. Debemos seguir luchando por un futuro próspero, para nosotros y para nuestros jóvenes. ¡¡¡ Otra Europa es posible!!!
Firman el artículo:
Pepe Esteve - Secretario General UGT en la Ribera Alta.
Raül Roselló - Secretario General UGT en la Ribera Baixa.
Josep Antoni Carrascosa - Secretario General CCOO en La Ribera.