CORREOS LA AGONIA DE UN SERVICIO PUBLICO

Matías Roig, Secretario Provincial UGT Sector Postal de Comarques de Castelló

Por desgracia si Correos aún existe, es por el pundonor de los trabajadores de Correos que, aunque llevamos años sufriendo el acoso para privatizarnos no lo han conseguido. Cumpliendo con el compromiso que tenemos con la gente para hacerles llegar sus envíos. Esto desde que empezó la crisis y luego la pandemia a desembocando en la situación en la que estamos en este momento ya que la dirección de Correos junto con el beneplácito del gobierno lo están consiguiendo.

Con la llegada de José Manuel Serrano a la presidencia de Correos, un personaje que no está ahí por méritos propios sino por ser un cargo de confianza, ahora parece ser que es también el turno de una entidad tricentenaria como Correos.

Correos, con 18 grandes centros, 2396 sucursales de atención al cliente, 1750 carterías, 6273 redes rurales y 101 oficinas de paquetería y reparto urgente sigue siendo una empresa difícil de vender y con infraestructura suficiente como para seguir siendo un referente en el país. Pero, por suerte o por desgracia, desde que la venta por internet ha despegado, Correos se ha convertido en un pastel muy goloso para el Lobby de la paquetería y mensajería.

La brutal campaña que estamos sufriendo camuflada por parte de la dirección con premios a su gestión, patrocinios a deportes, campañas mediáticas en que todo está bien y es bonito, etc. Todo esto destinado a engañar a los ciudadanos y desviar la atención de lo que está sucediendo entre bambalinas, traspasando la cartera de clientes y la palabra de Correos, incluso ahora la emblemática cornamusa, de la empresa matriz a la filial Correos Exprés. Reduciendo así la plantilla, ya muy mermada de por sí, subiendo los precios de los envíos por Correos (hasta el 80%) mientras bajan los de Correos Exprés, una empresa paralela que trabaja a base de falsos autónomos, todo para tener la excusa de que no hay trabajo por la crisis y dejar de cubrir las vacantes dejadas por los funcionarios y si, digo excusa, porque la paquetería sube como la espuma, al menos en Correos Exprés.

Puede que Serrano ahora nos quiera hacer el juego del trilero, sacando con una mano 5377 plazas en una futura oposición (eso sí, obligado por UGT y el resto de sindicatos que firmaron el acuerdo plurianual) pero con la otra nos ha quitado de un plumazo más de 7000 puestos de trabajo que no se han vuelto a cubrir y está prevista la eliminación de 8000 más hasta el 2025. Así como conseguir el poco loable hito de llegar a los 20000 puestos de tiempo parcial en tres años, que suponen el 40% de la plantilla actual. Y un convenio a la baja en el que se van a perder derechos conseguidos con mucho esfuerzo y luchas durante décadas

Todo ello nos lleva a reflexionar sobre si realmente es verdad todo lo que cuentan de Correos desde la Dirección o si es sólo una excusa para lograr su objetivo, que no es otro que desguazar la empresa y venderla al mejor postor.

No hay que olvidar que el grupo Correos sigue llevando el 65% de la paquetería de España, aún con la aparición de nuevas empresas dedicadas a ello, incluso dedicadas al reparto de las cartas, que según la Dirección de Correos ya no hay, todo mientras se van vendiendo los edificios históricos de Correos con la excusa de sanear las cuentas, como el de Castellón o ahora el de Valencia. En resumen, consiguiendo así una empresa con menos capital inmobiliario, con menos personal y que sea más fácil vender.

Por todo esto, desde UGT nos hacemos una pregunta: ¿Realmente cuando Correos desaparezca la ciudadanía tendrán un mejor servicio o simplemente verá cómo tiene que pagar más por sus envíos o incluso, más aún, verán que no tiene la opción de realizarlos o recibirlos desde sus poblaciones por no ser rentables para las grandes empresas? En UGT lo tenemos claro, por todo esto el día 1, 2 y 3 de junio convocamos una huelga general en Correos y lo decimos bien alto: ¡Correos no se vende, Correos se defiende, salvemos el servicio público postal!