La bajada continuada de la contratación temporal confirma el buen funcionamiento de la reforma laboral

Los datos de paro del mes de abril arrojan unos buenos resultados; se reduce el paro tanto respecto al mes como respecto al año, se registra un crecimiento de la afiliación, registrando una cifra mucho mayor que la registrado en abril del 2018, situándose en 2.086.899 cotizantes, 246.673 cotizantes más que en el 2018. Además, sigue la tendencia de transformación de la contratación temporal, se registran 54.901 contratos indefinidos, lo que supone que el 53% de los contratos registrados en el mes de abril son indefinidos. Por tanto, la evolución del mercado laboral se puede calificar de positiva, mostrando su fortaleza en un entorno adverso.

Dicho esto, nos queda mucho por hacer, ya que al desagregar los datos por sexo, edad u otro tipo de variables se observar las grandes desigualdades que se manifiestan en forma de brechas. Estas brechas se observan tanto para acceder a un empleo como para la calidad del mismo.

Por ejemplo, el 61% de la población parada son mujeres, quienes ocupan el 43% de los contratos indefinidos y el 50% de los temporales. En cuanto a las personas jóvenes sus tasas de paro, según últimos datos de la EPA están en torno al 30%. Y en cuanto a la calidad de sus empleos vemos que, aunque ha mejorado con la reforma, siguen teniendo tasas de temporalidad muy elevadas, en torno a un 50%.

Ello evidencia la necesidad de seguir mejorando los servicios públicos de empleo, de orientación e intermediación, con dotaciones presupuestarias suficientes para tener buenos recursos humanos y materiales. Cuestiones que son fundamentales para tener activadas a las personas que engrosan el paro más estructural, el de mayor duración, realizar buenos perfilados de la personas paradas y poder formarlas según el itinerario de inserción diseñado por los servicios públicos; ya que para diseñar buenas políticas es necesario conocer de manera exhaustiva las necesidades de nuestras personas paradas y ocupadas.