31 de enero de 2006
La UGT-PV denuncia que al finalizar el año 2005, según reflejan los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, la tasa de temporalidad en la Comunidad Valenciana alcanza un elevadísimo 39%, lejos del 33,8% de la media estatal. Este hecho ya de por sí negativo, se agrava si analizamos la evolución de la tasa durante el 2005 puesto que se constata que ha aumentado un punto por trimestre a lo largo del año, pasando del 34,6% en cuarto trimestre del 2004 al 39% en el cuarto trimestre del año 2005. Es decir, se registra un incremento de 4,4 puntos porcentuales.
Desde la UGT-PV criticamos el deterioro de la estabilidad en el empleo y que nos aleja cada vez más de la media de la Unión Europea, cuya temporalidad se sitúa en torno al 12,8%, es decir, nuestra tasa triplica la media europea.
Este dato se hace más negativo si desagregamos su composición por sexos, así, la tasa de temporalidad femenina alcanza en el cuarto trimestre del 2005, un 42,6% superando con creces la media de la Comunidad, pero además, es 6,3 puntos superior a la tasa de temporalidad masculina, ya de por sí elevada. Por edades, destaca el dato de la tasa de temporalidad entre los ocupados asalariados entre 16 y 24 años que alcanza la cifra del 65,5%.
Para la UGT-PV es evidente, que estos datos conforman una imagen de un mercado laboral precario, desequilibrado e ineficiente. Esta elevada tasa de temporalidad no tiene justificación económica alguna, y refleja la práctica empresarial de encadenar contratos temporales que ocultan en realidad un puesto de trabajo fijo, y la cultura del corto plazo que prevalece entre nuestra clase empresarial. Con esta temporalidad, es evidente que no se considera la formación y la inversión en I+D, como una inversión necesaria a medio plazo para mejorar la productividad y la competitividad que, a ojos vista, sigue deteriorándose.
Por otro lado, para la UGT-PV es necesario acabar con la falsa idea de que a unos menores costes de despido les corresponde una menor temporalidad, como se ha demostrado claramente con la evolución de ésta en el último año en nuestra comunidad. De hecho, la protección al empleo fijo es una de las más bajas de la Unión Europea y sin embargo, la tasa de temporalidad es muy elevada.