Valencia, 29 de diciembre de 2005

SINIESTRALIDAD, TEMPORALIDAD, CRISIS INDUTRIAL, ADEMÁS DE LA PRECARIEDAD EN LA SANIDAD SE PRESENTAN COMO FACTORES NEGATIVOS

La UGT-PV considera que el año 2005, que ahora termina, ha tenido algún aspecto positivo, como la recuperación del diálogo social en la Comunidad Valenciana, que se plasmó en la actualización y desarrollo del Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo (PAVACE), firmado el pasado mes de septiembre.

Ahora bien, la UGT-PV considera que existen ciertos aspectos negativos que se vienen arrastrando, año tras año, y que deben solucionarse de manera urgente, porque alguno de ellos ha llegado a límites extremos. En concreto, estamos hablando de la lacra incesante de la siniestralidad laboral, especialmente aquella que tiene consecuencia de muerte, que en el último año ha crecido cerca de un 20%.

 Íntimamente relacionado con esta lacra social, se encuentra la abusiva temporalidad y precariedad en la contratación y en el empleo en la Comunidad Valenciana, ya que en el tercer trimestre de este año, la tasa de temporalidad alcanzó el 34,4%, y que quedó plasmado en la tasa de contratación temporal, que representa un 90,4% de los contratos firmados desde enero a noviembre de 2005.

 Por otra parte, la UGT-PV recuerda la grave situación que atraviesan los sectores tradicionales de la industria valenciana, una situación que se ve reflejada en un exceso de expedientes de regulación de empleo y en el adelgazamiento de las plantillas de demasiadas empresas de sectores como el calzado, el textil, el juguete, entre otros.
 
 Por ello desde la UGT-PV queremos señalar al Gobierno de la Generalitat Valenciana, que cualquier medida, ya sea industrial o de otro sector, que no sea consensuada con los agentes sociales y económicos está, desde el principio, abocada al fracaso.

 Por último, destacar la situación precaria de los trabajadores y trabajadoras de la sanidad valenciana, caracterizada por una excesiva temporalidad y precariedad, con un desmesurado número de contratos temporales, lo que unido a la negativa del Consell a consolidar el empleo estable, no permite que estos puesto de trabajo eventuales se conviertan en estructurales.