8 de abril de 2007
El fenómeno de la deslocalización se está extendiendo en Europa debido a las políticas de las empresas de trasladar, todo o parte de la producción a otros países, donde buscan optimizar la rentabilidad de las inversiones realizadas, a base de conseguir, en el país de destino, menor coste de mano de obra, mayores beneficios fiscales, menor coste del suelo industrial, así como legislaciones sociolaborales menos exigentes, tanto desde el punto de vista de la protección social, como de los derechos sindicales.
Desde la UGT-PV somos conscientes que algunas importantes empresas europeas han venido adoptando medidas para frenar esta tendencia, como son: el aumento del número de horas de trabajo, la introducción de una mayor flexibilidad laboral y la congelación de los salarios de sus trabajadores y trabajadoras.
Normalmente, se trata de soluciones a corto plazo que se traducen en mejoras en las cuentas de resultados, por lo que se explica la facilidad con que las empresas las adoptan. No obstante, es necesario recordar que, en concreto, la congelación salarial no es una ventaja competitiva, sino comparativa con respecto a los competidores. En el caso de las empresas valencianas, éstas ya nunca van a producir, ni por supuesto deben competir en bajos costes salariales con otros países competidores. La clave para que las empresas sean competitivas en un entorno económico global es una mayor inversión en innovación.
En el momento actual, las empresas valencianas no pueden competir en costes con los países del Este y China, ni en productividad e innovación con otras regiones de la Unión Europea y con EE.UU. y Japón. Por ello, en la UGT-PV tenemos la convicción de que la solución a la deslocalización es invertir en I+D+i y tener una ventaja competitiva frente a los países del Este o China, y para ello es necesario que los empresarios abandonen su prioridad en los costes y comiencen a asimilar que la innovación es necesaria y a largo plazo, y apostar por el conocimiento y por aplicar lo que se está investigando en las Universidades Valencianas a las empresas, así como en incrementar el personal investigador en las mismas.
Aunque para muchas pequeñas y medianas empresas, de determinados sectores económicos, la I+D+i les queda un poco lejos, deben empezar a comprender que a veces la innovación consiste en posicionarse en un segmento distinto o de organizar su producción y/o sus recursos humanos de una manera diferente, ya que los nuevos modelos de negocio serán una ventaja competitiva sostenible y difícil de copiar, no así los productos o servicios, por la competencia.
La Comunidad Valenciana requiere un mayor compromiso e implicación de todas las partes en la innovación, y en desarrollar una actividad intensiva en conocimiento como apuesta de futuro de la economía valenciana, y no sólo a través de un mayor y más intenso esfuerzo financiero de la Generalitat, sino también mediante un mayor dinamismo empresarial para afrontar los retos tecnológicos, y el refuerzo de la conexión entre las Universidades Valencianas, los Institutos Tecnológicos y las empresas, ya que los resultados de los investigadores no logran llegar al tejido empresarial.
Así mismo, tanto si se trata de “joint-ventures” (acuerdo comercial entre varios agentes para la realización de un negocio común) como de spin-offs (organización o entidad derivada de la escisión de una mayor), el conocimiento y desarrollo generados por las Universidades e Institutos Tecnológicos deben ser apoyados para crear nuevas empresas o para desarrollar nuevos productos junto a empresas ya existentes, contando con financiación procedente de capital-riesgo, y en particular y de forma especial del capital semilla, dispuesto a aceptar un retorno incierto y lejano en el tiempo.
Desde la UGT del País Valenciano venimos defendiendo que existen algunas condiciones sobre las que se debe insistir para obtener los resultados deseados: una mayor voluntad del sector público y del sector privado de invertir en I+D+i, una cultura empresarial basada en la innovación, un sistema educativo y formativo de calidad y una mayor capacidad de ofrecer productos de diseño, calidad y tecnología avanzada.
Alcanzar este cambio es un reto no sólo para el sector empresarial, sino también de la Generalitat y el conjunto de agentes sociales y económicos implicados en el desarrollo económico y el bienestar social de la Comunidad Valenciana.
Firmado: José Juan Giner Caturla, Secretario de I+D+i de la UGT del País Valenciano.